Astrónomos norteamericanos descubrieron una superestrella con una potencia diez millones de veces superior a la del Sol y que podría ser la más luminosa de nuestra galaxia, la Vía Láctea.
El hallazgo de esta estrella tiene una importancia extraordinaria, ya que derrumba las teorías actuales sobre la formación de los soles y, por lo tanto, del propio Universo. La noticia causó una conmoción en el mundo de la astrofísica.
Los científicos de la Universidad de California en Los Angeles (UCLA) utilizaron el telescopio espacial Hubble de la NASA para identificar a este gigante bautizado "Pistol Star" (literalmente "estrella pistola"). En seis segundos produce tanta energía como nuestro Sol en un año, algo que hasta el momento se creía imposible.
"Esta estrella puede haber sido más grande que cualquier otra cuando se formó y aún hoy sigue siendo, sin ninguna duda, una de las más grandes, incluso según nuestras estimaciones más bajas", declaró Don Figer, director del equipo que hizo el descubrimiento.
Este cuerpo celeste se encuentra a unos 25.000 años luz de la Tierra y es de proporciones abrumadoras. A causa de la distancia que la separa de nuestro planeta y del polvo despedido por la explosión de estrellas no puede verse a simple vista.
Sólo las cámaras de infrarrojos del telescopio Hubble pudieron captar los rayos emitidos por este gigante celeste. Según Mark Morris, otro de los astrónomos de UCLA, la estrella debería transformarse en una supernova y morir dentro de tres millones de años. Por su tamaño, este fenómeno podría ser la mayor catástrofe estelar de la galaxia.
Los científicos estiman que la superestrella cobró forma hace aproximadamente tres millones de años. Por entonces, según los astrónomos, podría haber tenido una masa equivalente a 200 veces la del Sol, lo que resulta difícil de concebir en términos reales por los astrofísicos. Ese volumen se redujo un poco, pero continúa siendo el más enorme astro jamás visto por el telescopio espacial.
"No hay error posible sobre la realidad de esta estrella -sostuvo Figer, al dar a conocer la novedad-. Podemos cometer una mínima falla de apreciación, pero sólo mínima. Se trata de algo gigantesco, en lo que no habíamos pensado en términos concretos".
La gigantesca estrella permanece escondida detrás de nubes de soles en dirección a la constelación de Sagitario. Los científicos han programado estudios de lo que consideran un "fenómeno de la astrofísica conocida" y que puede revolucionar gran parte de las hipótesis formuladas para explicar el origen del Universo.
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